Casi siempre se puede hacer una oferta, sólo en el caso de que el propietario nos ha asegurado que el precio anunciado es realmente el precio mínimo, no se puede hacer una oferta.

Una oferta debe ser seria y real. Ofertas 50 % por debajo del precio anunciado no son serias.

El comprador también debe darse cuenta de que una oferta aceptada da consecuencia a la compra de la vivienda.

Por lo tanto, preferimos una oferta por escrito, incluso con un anticipo.